Esta semana os traigo un super recetón, tarta de leche condensada, la verdad es que con cuatro cosas que tengamos en la nevera podemos hacer cosas increíbles. A mi me ponen a prueba muchas veces, tanto mi familia como mis amigos. En el momento que a última hora te sale algo, una comida, un cumpleaños o una quedada y yo que me siento en la obligación siempre de llevar algo, ya que soy la que hace postres… abro la nevera y tengo nata, mantequilla, leche condensada y yogurt.
Pues con un par de cositas, hacemos un arreglo de primera de verdad. Tengo que decir que en mi nevera siempre hay mantequilla y nata, puede estar vacía pero esas dos cosas nunca fallan.
¡Vamos con la receta!
INGREDIENTES PARA LA TARTA DE LECHE CONDENSADA
MASA SABLÉE:
- 200 g de harina de trigo (+ harina extra para amasar)
- 70 g de azúcar glass
- ¼ cucharadita de sal
- 70 g de mantequilla sin sal, bien fría, cortada en pequeños dados
- 1 huevo (L)
MOUSSE DE LECHE CONDENSADA:
- 200g de nata fría para montar
- 150g de leche condensada
- 2 cucharadas de azúcar glass (opcional)
Si te apetece darle un giro a este delicioso postre, puedes convertirlo en un mousse de leche condensada y chocolate. Simplemente añade a la mezcla de mousse unos cuantos gramos de chocolate fundido y obtendrás una versión aún más irresistible de esta tarta. El contraste del cacao con la dulzura de la leche condensada será un verdadero placer para el paladar.
PASO A PASO PARA LA TARTA DE LECHE CONDENSADA:
– Precalentamos el horno a 180º calor arriba y abajo. Preparamos un molde para tartaletas.
– Mezclamos la harina y la sal.
– Añadimos la mantequilla fría en dados, y vamos frotando la mantequilla con la harina, hasta que consigamos que la textura se parezca a la arena.
– Añadimos el huevo y el azúcar y mezclamos todo bien hasta que tengamos una pasta homogénea.
– Hacemos una bolita, aplanamos un poco y lo llevamos al frigorífico un par de horas.
– Pasado ese tiempo lo colocamos en el molde, quitamos los excesos y ahuecamos bien para que quede bien asentada y hacemos unos agujeros con el tenedor.
– Colocamos papel de plata encima y le añadimos garbanzos o lentejas para que pese y así evitar que se infle. Tranquilos, no saltan ni nada en el horno. Eso sí, que no sean cocidos… que nos conocemos :p
– Lo llevamos al horno durante 10 minutos, levantáis el papel de plata y si lo veis un poco dorado, ya lo podéis sacar.
– Una vez que tengamos la masa sablée, hacemos la mousse con leche condensada.
– Montamos la nata bien fría, una vez que comience a hacer surcos, añadimos la leche condensada y el azúcar.
– Colocamos la crema encima de la masa y decoramos con frambuesas o las frutas que más nos guste.
– ¡Nos aguanta en la nevera tres y cuatro días perfectamente!
¿Sabías que la leche condensada Australia es conocida por su calidad y sabor único? Incorporar un producto de tal distinción puede hacer que tu tarta de leche condensada sea aún más especial, aunque cualquier marca de buena calidad puede funcionar maravillosamente.
Espero que os guste, que la disfrutéis y que repitáis mil y una veces 🙂
Besos!!