Buenos días a todos!
En Madrid hace un frío que pela, yo no descanso ni un día porque como ya os comenté la semana pasada estoy en la Escuela Arbequina de Madrid haciendo un curso de repostería profesional intensivo de fin de semana. Eso sí, tengo las tardes libres y puedo aprovechar para hacer cositas o repasar lo aprendido por las mañanas.
Hice esta receta un fin de semana que vino toda la familia, bueno, esta y cuatro más, casi les da una subida de azúcar a algunos de mis primos y tíos… me pasé un poco (la verdad sea dicha) pero fue divertidísimo y tuve a mi tía cogiendo ideas de las recetas que hacíamos como si de una masterclass se tratase.
Lo que más me gustó es que todos se fueron contentísimos pero, en especial, lo que más ilu me hizo fue que mi tía se marchó con una sonrisa de oreja a oreja de lo que había disfrutado… Y es que, cuando alguien aprende cosas que sabes y tú también te quedas con sus consejos, es maravilloso! (Tanto que nos vamos al próximo curso de Alma Obregón juntas!)